domingo, 30 de agosto de 2009

La Palabra de Dios.


1.- La Palabra de Dios es un elemento imprescindible en el Ciclo 1 sobre el crecimiento de la vida espiritual.
Por sí misma, para todo el que la acoge con fe es:
a) La ley y regla de la vida, que nos enseña cómo vivir y por dónde caminar. De ella se nutre la fe.
b) La manifestación o revelación de Dios. Con su Palabra Dios nos comunica toda su intimidad, por lo que su Palabra es donación y gracia, luz que revela e ilumina.
c) Pero no sólo ilustra, sino que por sí misma, en todo el que la lee con la debida disposición, produce gracia, santifica, transforma, comunica vida. Es viva y operante por ser "una realidad dinámica, un poder que opera infaliblemente los efectos pretendidos por Dios" (León-Dufour). En el Nuevo Testamento se la llama "palabra de salvación" (Hch 13,26), "palabra viva y eficaz" (Hb 4,12), "palabra de vida" (FIp 2,16). Jesús dice que sus palabras son "espíritu y vida" (Jn 6,63), de forma que todo el que escucha su palabra y cree en el que le ha enviado "tiene vida eterna, y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida " (Jn 5,24): "si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis" (Jn 15,7).
Luz que revela y poder que opera: la Palabra de Dios produce siempre lo que anuncia.
2.-La Biblia, por tanto, debe ocupar el primer puesto entre todos nuestros libros, y su lectura debe ser alimento diario de nuestra vida espiritual. Ignorar tan gran tesoro y auxilio de Dios, aunque nada más sea que un solo día, sería prácticamente ignorar y menospreciar su Amor.
Benedicto XV escribió en su encíclica Spiritus Paraclítus:
"Jamás dejaremos de exhortar a todos los fieles cristianos para que lean diariamente las Sagradas Escrituras, sobre todo los Evangelios, los Hechos y las Epístolas de los Apóstoles, tratando de convertirlos en savia de su espíritu y sangre de sus venas".
El Vaticano II ha dedicado gran atención a la Palabra Dios y en muchos pasajes insiste sobre la necesidad de su lectura. Baste citar dos textos:
"Solamente con la luz de la fe y con la meditación de la la palabra divina es posible reconocer siempre y en todo lugar a Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos (Hch 17,28); buscar su voluntad en todos los acontecimientos, contemplar a Cristo en todos los hombres, próximos o extraños, y juzgar con rectitud sobre el verdadero sentido y valor de las realidades temporales, tanto sí mismas como en orden al fin del hombre" (Decrt. Apostolado de los laicos, N 4).
"El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles, especialmente a los religiosos, la lectura así de la Escritura para que adquieran la conciencia
130
suprema de Jesucristo (Flp 3,8), 'pues desconocer la Escritura, desconocer a Cristo‘. Acudan de buena gana al texto mismo: en la liturgia, tan llena del lenguaje de Dios; en lectura espiritual, o bien en otras instituciones o con otros medios... Recuerden que la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración para que se rea el diálogo de Dios con el hombre, pues 'a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos cuando leemos sus palabras” (Dei Verbum,
Sigue...........en unos diasssssss

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paying for an OBD II scan device on-line should not be a frightening practical experience.
This Scan Resource is a extremely user helpful system.


Here is my blog post ... obd wiz