domingo, 19 de julio de 2009

SEGUIR A CRISTO II


SEGUIR A CRISTO PARTE II


A todo lo relatado días atrás vos me dirás: ¿Pero a Jesús hay que seguirlo hasta el Calvario, como lo hizo María, la Madre de Jesús? Y yo te contesto: Si así es, y con ella (María) las buenas mujeres: Jn 19,25; Mc. 15, 40-41; como lo hizo Simón de Cirene, cargando la propia cruz de Jesús: Mt. 27,32; como lo hizo un cierto grupo anónimo de discípulos: Lc. 23,49.

De dos personajes en particular cuenta el evangelio que siguieron a Jesús: Simón-Pedro y el discípulo a quien Jesús amaba. Lo siguieron desde un principio: Mc. 1,16-20; Jn. 1,37-42; lo acompañaron en momentos trascendentales de su ministerio: Mc. 5,37; 9,2; 14,33; estuvieron cerca de él durante la pasión: Lc. 22, 54-62; Jn. 18,15; 19,26; fueron testigos de él resucitado: Lc. 24,34; Jn 21, 1-25; y finalmente, lo siguieron hasta el martirio dando su propia vida por él.

No cabe duda que nuestra en América toda y especialmente en nuestro país, anda en busca de una renovación a fondo para poder cumplir con la misión que Dios le confía el día de hoy. Ser cristiano es ser discípulo de Cristo, es “seguir a Jesús. Todos estamos llamados a ser auténticos y verdaderos seguidores del Señor y cada uno según su propia vocación.

Por esta razón, las reflexiones sobre los textos evangélicos que tratan del “seguimiento” se te harán con el carácter de principios, porque las aplicaciones concretas y personales necesariamente son múltiples y diversas. Cada uno debe preguntarse a sí mismo en el secreto de su conciencia: ¿Cómo debo seguir a Jesús? Y sobre todo preguntarle al mismo Señor: ¿Cómo quieres que yo te siga?


LAS MULTITUDES SIGUEN A JESÚS

Claro, era explicable. El entusiasmo popular surgía e iba en aumento cuando la gente veía los milagros y prodigios que Jesús hacia sobre tantos pacientes, aquejados de enfermedades y sufrimientos diversos; endemoniados, paralíticos, etc.; y cómo sanaba toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo: Mt 4,25; 8,1.

San Juan señala que “mucha gente le seguía porque veían los signos que realizaba en los enfermos” Jn. 6,2.

Pero Jesús realizaba esos actos de poder y de compasión, no para atraerse la admiración de las muchedumbres, ni para adquirir fama y gloria, sino para mostrar mediante esos signos sensibles que el reino de Dios había llegado ya y estaba presente en él. Por esa razón, Jesús acogía a la gente; pero, antes de sanar sus enfermedades, les proclamaba la buena nueva del reino de los cielos: Mt. 4,23.

Es interesante destacar que el Evangelio ha conservado el recuerdo de ciegos que seguian a Jesús. Dos ciegos de Cafarnaúm seguían a Jesús, porque querían recobrar la vista: Mt. 9,27; en cambio, otro ciego de Jericó después de ser sanado, seguía a Jesús glorificando a Dios: Lc. 18,13; Mc. 10,52; Mt. 20,34.

PARA REFLEXIONAR

¿Soy de la multitud que acude a Jesús sólo cuando tengo alguna necesidad y quiero que me la solucione?

Y cuando algo recibo del Señor, ¿soy agradecido con él?

Espero tu respuesta.

1 comentario:

Cristina dijo...

Dios en sus tres personas, eligieron desde la panza de mi mamá, que tenía que existir, y pese a muchas dificultades de no aceptación, en un principio por mis padres, más otras situaciones límites, supe que Jesús me acompañaba de una u otra forma.Pasaron los años, la vida no fue fácil, pero aunque no asistía a la Iglesia, para encontrarme con Él y acompañarlo, (porque Jesús me extrañaba), las cosas del mundo me superaron y no tenía tiempo...pero sabía igualmente que Él me esperaba ...hasta que al fín, me dí cuenta, que me faltaba la Vida...me faltaba, la Palabra diaria, me faltaba el agradecimiento a través de la oración a ese Ser que dió todo por mí. Cómo sentí su Amor cuando caí en un fondo oscuro y Él me rescató. Cómo sentí su Fuerza cuando me levantó de ese lugar y me abrazó en la Fe....Cómo se fueron dando las cosas, que mi corazón se fue abriendo de una manera tan mágica, que ahora está dentro de mí, no afuera como antes...Agradezco cada segundo, cada instante, la Paz interna que tengo, porque Él me está guiando por senderos de Luz y Amor....cómo no voy a estar agradecida, por su paciencia, su humildad, su transparencia, su Amor Incondicional, por ese Ser Celestial que en tantos momentos pasados le fallé como hija, y hermana....es su Espíritu que me proteje y gratifica con dones que los estoy recibiendo a través de un trabajo personal...lo que siento, deseo trasmitirlo, porque cuando se alcanza este estado, lo demás carece de importancia.....Jesús te abrí la puerta para que no te vayas más, tiré la llave al mar para que no puedas salir más de mi corazón....amén